La pintura es el último proceso que distingue la estética de cualquier producto. La pintura líquida se lleva a cabo dentro de cabinas en seco o con cortina de agua. Las cabinas de polvo son de recuperación o de desperdicio (spray to waste) y pueden automatizarse a petición.
El tipo de sistema se selecciona cuidadosamente para cumplir con los requisitos de durabilidad de la superficie tratada, así como con las especificaciones de emisión atmosférica.